La educación debe desarrollar la totalidad del ser humano, mejorar las relaciones sociales y formas de vida humana, y sobre todo, hacer al ser humano cada vez más humano aprovechando la relación vital que tienen con su comunidad, su entorno, y especialmente, con el otro. En esta perspectiva, la educación es fuente inagotable de democracia, paz, emancipación, compasión, solidaridad, generosidad, inclusión, etc.
El documento responde a las preguntas: ¿Qué inspira y nutre a esta forma de educar? Cuáles son sus principales características? ¿Qué tenemos que hacer para que los sistemas educativos y escuelas le abran espacio a esta nueva corriente educativa?
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